Bajo el
duro afiche que da sentido a esta hora
contemplo
el rostro de los bailadores.
Manos
distintas se mueven en el aire.
Se
mueve una voz, muchachas pegadas al sudory las guitarras que una estrella acerca por su luz.
Fascinados
en esa alucinación giramos libremente;
sin
miedo y sin otra voluntad que estar vivos,así giramos, todos bellos en el crepúsculo de la ciudad.
Pasa el
amor y lleva el ritmo en los labios.
Pasa el
amigo con un toque de rock sobre botellas.Pasa el mar, azul y gris clarísimo.
Blancas
monedas que la libertad desnuda.
Contemplo
el rostro de los bailadoresy el efímero resplandor de las cosas más puras.
¡Qué
difícil para mi ojo humano
mirar
de frente esa única luz!
Pero
siguen dentro refulgiendo sus destellos.
En "La libertad infinita", #Editorial #Letras #Cubanas, 2016.
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