En el lado oscuro de la claridad
doce girasoles germinan y se agotan
—mana la sangre.
Los jarrones descansan sobre telas
y las telas se agotan
—mana la sangre.
El artista
(ya inmóvil, todavía adolescente)
fragmenta su miedo
y lo esparce en las flores
—mana la sangre.
Desde la carne cortada a la altura de la
oreja.
A través de los pisos hacia el mármol
blanco.
En las habitaciones interiores.
Repetida, sin prisa
—mana la sangre.
#EM #LaLibertadInfinita #Poesía
#Literatura #LeerEsCrecer #CubaEsCultura
No hay comentarios:
Publicar un comentario