IV
(Mimesis)
1
Estuve dentro de un
horno
para volver a la
tierra.
¿Éramos presos de
guerra o civiles
del bochorno?
Mirábamos
el entorno gaseado
y aquellos días
en que seguro
pedías morir
o un tiempo
sin llanto,
acompasando
tu canto al amor
en pleitesías.
2
Llegaba
luego la noche
con su presencia de
guerra:
Íntimamente, aterra
tantas vidas
en
derroche. Pero
sin mediar reproche
nos
propusiste una misa. Con voz limpia,
insumisa, cifrabas en
cada piedra:
Mi
Dios, ya el miedo
no
arredra al hombre,
salva la risa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario