lunes, 6 de julio de 2015

Punto de partida / Edel Morales

XVIII

(Punto de partida)





1

Nadie volverá por ti, ningún testigo. Tu vida traes al punto de partida para ver lo que antes vi, pues siempre en tu arte viví substancias de lo vivido. Un sueño en dos repartido, entre calles y sabana. Igual fulguran La Habana y un gran mango florecido.


2

Igual azota este viento edificios o mangales. Igual viven sus finales las flores del pavimento y esas antenas que siento caer a tierra, vencidas. Igual se pierden que vidas al terminar las cosechas si sus esencias, deshechas, fueron por otro vividas.


3

Sientes quemar los maderos en la tierra empobrecida. Sientes quemarse tu vida en viajes y apeaderos. Son entonces los postreros días sin ningún testigo que vuelva junto contigo a escribir lo que sentí, lo que he vivido y fingí para encantar al amigo.


4

Ves tus sueños agotados y la noche ennegrecida. Ves tu palabra perdida en espacios enquistados. ¿Serán los tiempos marcados por vacuidad y silencio? ¿Acaso el miedo que agencio por tantos cortes vacíos? ¿O los crecientes estíos que a mí alrededor presencio?


5

Cuando el límite llega y teje su red en tu hombro, inútil es el asombro de ver que nadie se apega. Comienza entonces la mega-tragedia de lo ignorado, lo que dejaste olvidado bajo este cielo sin manchas cuando partiste a las anchas ciudades que has cultivado.

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