Están
llegando los faroleros del alba.
Más
allá de la curva del camino, sus palabras
bautizadas
con cerveza anteceden al polvo
y
a la oscilación de los cuerpos enlazados en el canto.
Traen
abiertas las camisas de mezclilla barata;
un
vaso, caliente y único, gotea para todos:
Escapar por los
pueblos vecinos.
Escapar hacia el
corazón de las muchachas.
Escapar en el sudor
de los caballos.
Y en
la floración de esos parques eternos
seremos cada noche
bendecidos,
como es bendecida
la lluvia en las fiestas de mayo.
Escapar por los
pueblos vecinos.
Escapar hacia el
corazón de las muchachas.
Escapar en el sudor
de los caballos.
Hasta
mí puesto móvil de vigía entre los árboles,
llega
el canto fuerte de los faroleros del alba;
suben
con sus trovas al molino y siguen hacia el cielo,
y
en el eco de sus voces se dibuja la nube del Sur.
Por
el camino secreto que comienza a humedecerse,
los
faroleros cantan hasta el vuelo de los pájaros.
En "La libertad infinita",
#Editorial #Letras #Cubanas, 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario