Estuve dentro de un horno
para volver a la tierra.
¿Éramos presos de
guerra o civiles
del bochorno?
Mirábamos
el entorno gaseado
y aquellos días
en que seguro
pedías morir
o un tiempo
sin llanto,
acompasando
tu canto al amor
en pleitesías.
Llegaba luego la noche
con su presencia de guerra:
Íntimamente, aterra tantas vidas
en derroche. Pero sin mediar reproche
nos propusiste una misa. Con voz
limpia,
insumisa, cifrabas en cada piedra: Mi
Dios,
ya el miedo no arredra al hombre, salva
la risa.
https://www.facebook.com/moralesedel/ #EM
No hay comentarios:
Publicar un comentario